7 de agosto de 2007

Aún sueña aquel niño que soñó que escribía


(Doce canciones de amor y una botella de vino, Juanito el cantor) ¿Qué es Juanito el cantor? ¿Música infantil? Puede ser, ¿música para chicos? No precisamente. Una buena forma de definirlo sería: Música infantil para adultos compuesta por un niño. Es que, si bien Juan Ignacio Serrano ya tiene sus buenos 26 años, eligió la mascara del niño “Juanito” para componer sus canciones. Desde el vamos la presentación del disco plantea la propuesta: un arte de tapa con dibujos cuidados pero que destilan un fuerte aire de infancia.
Una vez puesto el CD en el equipo de audio la idea termina de estar clara: una grabación del niño Juanito –el verdadero- haciendo una versión infantil de “Años” y acto seguido el principio de la canción Amarillo: “Voy a volver a juntar las figuritas, pero esta vez no voy a cambiar el álbum por la pelota”. Esta frase sintetiza el concepto que se va a repetir una y otra vez a lo largo de todo el disco. Un regreso a la inocencia infantil, pero en constante tensión con una madurez por momentos desencantada. Son trece canciones que se bambolean constantemente entre la tristeza adulta y la alegría inocente. Por un lado canciones como “Me cayó una gota sobre la cabeza” o “Quiero ser un actor”, que tranquilamente podrían formar parte de un disco de Luis Pescetti o Leo Masliah; y por otro las del tipo de “Bolero” o “Souvenir”, donde el niño le entrega la batuta al adulto, son canciones más grises, melancólicas y complejas en sus letras. El resto de los temas se mueven constantemente entre las dos posturas. Todo el disco tiene como única instrumentación la voz y la guitarra de Juanito, a excepción de “Una flor” que incluye coros de Soledad Napal, en una tonada pop en el sentido más clásico de la palabra. Es un disco fácil de escuchar, pegadizo, con toques de fogón y bastante parejo. Con momentos destacables como “Bolero” y “Estrellitas”, y canciones para cantar caminando por la calle como “Quiero ser un actor”. Mención aparte merece el arte del disco. Está diseñado de forma que emule un álbum de figuritas -las figuritas incluidas!-, los dibujos del arte dentro del cuadernillo están pensados para ser coloreados y, por ultimo, si ponemos el cd en la computadora, nos encontramos con un programa que nos permite ver tres videos musicales con canciones del disco. Todo esto provoca que uno tenga una buena razón para pagar los veinte y abandonar –por esta vez- la piratería. En definitiva, una propuesta que, sin llegar a ser revolucionaria, ofrece una buena vuelta de tuerca dentro de lo que puede llamarse la canción de autor.


No es por decir pero...
Todo lo bueno tiene algo malo...


1. Hay un problema en este disco de Juanito. Ese problema se llama “pis”. No es cuestión de andar psicoanalizando al muchacho, pero parece ser que de chiquito tuvo algunos problemas para llegar al baño. Esa palabra vuelve una y otra vez, y empaña un trabajo, que salvo en ese caso, logra recrear el lenguaje infantil sin caer obviedades.
2.Y hablando de obviedades.... "Una flor entre las manos es mas que una montaña de cosas costosas sin valor" ¿Era necesaria esta frase sacada del refranero cursi?
3.Tiene un mérito Juan Ignacio Serrano: ha redescubierto al coreografista de Rafaela Carra. O al menos eso parece en el video de “La ultima canción”, donde se pretende recrear el ambiente de juegos de los niños con resultados… bueno, dudosos.
Javier Simeoni
Permitame disentir...
Esperando a Juan El Cantante
Resulta muy simpática la idea del niño-hombre, muy creativo y entrañable el disco álbum de figuritas y muy poética la idea de quien crea desde el deslumbramiento del niño enamorado. Pero por desgracia al momento de escuchar “Canciones de amor y una botella vacía” simplemente no funcionan.
Las melodías y orquestaciones demasiado simples, sumadas a letras que parecen de un cantaniño menopáusico y desafinaciones pueriles suenan fastidiosas y por momentos rozan la vergüenza ajena.
Y en realidad es una lástima porque cuando Juanito se decide a ponerse los pantalones largos y a cantar desde otro lado sorprende por la solidez y la profundidad de los sonidos, las agradables interpretaciones y la consistencia de sus letras.
“Bolero” o “Souvenir” trazan un camino oscuro e interesante que deja con ganas de más. Incluso las más infantiles “Me cayó una gota sobre la cabeza” y “Quiero ser un actor” demuestran que simpleza e ingenuidad no implican apresuramiento y descuido, y que se puede ser adulto aun cuando se anda disfrazado de niño.
Habrá que sentarse a esperar el próximo disco para ver si Juanito el cantor se decide a madurar y convertirse definitivamente en Juan el cantante.
Cecilia Simeoni

5 comentarios:

Administrador dijo...

Muy buena reseña mi amigo! Quién mejor q ud. para criticar, jeje!!
besop

Anónimo dijo...

Hola mi nombre es Luciano... solamente queria agragar a tantos comentario que no se gasten en entender a Juanito, ustedes ya pasaron la barrera de la niñez y solo un niño entiende la vida tal y como es, ustedes estan llenos de... de adultez amarga por llamarlo asi, no se sientan ofendidos... porque todavia tienen tiempo de volver a brillar como un niño, como mi amigo juanito, el cantor.

Lu

Yain Alé Sciola dijo...

Todo esto me suena a intelectual, gente llena de teorías y palabras muchas palabras que simulan decir algo pero en verdad no dicen nada.
Eduardo Galeano decía que no hay que disfrazar a la verdad, y parece que cada vez que alguien quiere acercarse a ella con el lenguaje cotidiano y simple, el que todos conocemos, es descalificado. Juanito tiene verdad en lo que hace, pues ante todo no busca gustar a nadie, se suelta, juega, ES, no APARENTA, que mejor nos puede pasar que la niñez, nuestra infancia tan desprovista de hipocresía, y decir algo desde ese lugar habiendolo perdido por el paso del tiempo, para mi merece ser aplaudido.
Dejemosnos de ornamentar la verdad por favor se los pido y disfrutemos un poco mas la vida.
SEAMOS FELICES
YAIN

J. S. dijo...

Pensaba contestarles por separado, pero leyendo con atencion, a los dos les sirve la misma respuesta:
Les escribo desde el lugar de alguien que, ante todo, disfruta escuchando lo que hace Juan Ignacio Serrano, dado que èl es el autor y no "Juanito".
Permitanme decirles que con su punto de vista, no hacen mas que menospreciar el trabajo de Serrano, y, si cabe, agredirlo a èl como persona. "Juanito" en realidad tiene superados hace rato los 20 años, asi que de niño no tiene nada, y de hecho seria preocupante si aun lo tuviera.
El disco esta hecho simulando la voz de un niño, pero con un laburo desde las letras para lograrlo y desde la musica, que sin dejar de ser simple, tiene mucho trabajo encima. Resumiendolo a una voz infantil pura, y a una musica "dejandose llevar" creo que estan insultando el laburo que le tomo a Juan Ignacio Serrano hacer el disco tal y como lo podemos escuchar.
Si al ver el nombre del autor e interprete de las canciones, hubiese leido "Juanito de 10 años", probablemente hubiese analizado el disco desde el punto de vista q ustedes piden. Pero como no es asi, tuve q analizarlo como una "simulacion" o un artificio, emulando a un niño.
Por ultimo, que algo sea bueno no significa que sea perfecto, y me parece una forma de respetar al artista y a la vez darle valor a los elogios, señalar las cosas malas que encontramos. La adulacion fanatica no sirve de nada.
No se precisamente en que punto de mi reseña no estan de acuerdo, asi que no se muy bien que punto defender, solamente queria aclararles eso.

Gracias por leernos.

sebas Dodx dijo...

perdon por revivir esto, pero andaba buscando informacion sobre este artista cuyo disco llego a mis manos hace poco mas de un año y nunca mas supe de el. salio algun nuevo disco luego de 12 canciones de amor y una botella de vino?