1 de abril de 2008

Bichos con alas

En tempranas y ociosas épocas universitarias, mis compañeras y yo solíamos dedicarnos a observar y calificar cuidadosamente cada espécimen masculino que rondaba nuestra facultad. Había muchos y cada uno merecía un comentario, algunos admirativos, otros despectivos. Pero un personaje merecía nuestra atención particular, ya que, por razones que en breve descubrirán, tenía la singularidad de reunir en su fisonomía y personalidad el mayor número conocido de cualidades que despreciábamos en un hombre.
Lo llamábamos (si, es un sobrenombre grasa, pero bueno, éramos jóvenes y brutas…) el “Pollo al spiedo”, por ese viejo dicho que dice que el pollo al spiedo está quemado hasta el traste, pero aún sigue dando vueltas. El territorio de acción preferido del Pollo (es sobrenombre se resumió con el uso) tenía zona de operación especialmente en el bar de la facultad y todos los boliches de la zona de Tribunales, allí se exhibía orgulloso sin saber que era objeto de nuestra sorna.

Los años pasaron y la experiencia nos llevó a darnos cuenta de que no había un solo individuo con las características del mentado Pollo, sino que el Pollo es todo un biotipo masculino. Innumerables “Pollos” nos rodean y se pasean aleteando locos de contentos entre nosotros.

Es por eso es que, para este humilde blog, decidí enumerar algunas de las propiedades fundamentales de los Pollos. Contarle que hacen, dónde viven, qué les gusta, para que usted, estimado lector, descubra y desenmascare a estos personajes que encarnan un verdadero atentado al buen gusto.


El Pollo, demarcación cronológica: el Pollo tiene aproximadamente entre 27 y 40 años. Pasada esa edad, casi siempre evoluciona en un biotipo no menos dañino: el viejo verde.

El Pollo, demarcación geográfica: el Pollo bonaerense habita las “zonas de chalet”. Sus casas tienen casi siempre dos pisos, mucha carpintería y un garage en picada bajo el nivel de la vereda. Se puede ver conglomerado de Pollos sobre todo en las ciudades del norte del Gran Buenos Aires o en Quilmes yRamos Mejía. Los barrios preferidos del Pollo porteño son Belgrano, Caballito y algunas partes de Palermo y Barrio Norte. Al Pollo no le gusta migrar de su territorio, se considera un “nacido y criado” orgulloso, en su terruño se siente importante y reconocido, conoce a todos y todos lo saludan, eso para el Pollo no tiene precio. Sin embargo, le preocupa la inseguridad, está pensando en que en cuanto pueda, se muda a un barrio privado.
El lugar de veraneo del Pollo varía según su posición económica: el modesto vacaciona en San Bernardo y cuando progresa migra a Mar de las Pampas, Pinamar o Cariló. En el glorioso 1 a 1 era habitúe de Cancún y arrasaba los shoppings de Miami.

El Pollo y las profesiones: es amante de las profesiones liberales. Numerosos abogados y contadores llevan orgullosos una cocarda de Cargill. También, influenciados por el menemismo, muchos Pollos estudiaron Administración de Empresas y Publicidad, carreras que consideraron pasaporte seguro a una vida exitosa y al ABC1. En los claustros de la UADE y la Universidad de Belgrano, el Pollo se mueve como en su propio corral.

El Pollo y el fashion: el Pollo tiene un look cuidado, está convencido de que es metrosexual, aunque no entiende bien lo que es, y teme confesar que se arregla para que no piensen que es gay. Usa el pelo algo largo, a veces gusta de ponerle algún producto para darle una imagen “mojada”. Se lo ve luciendo jeans, camisas y chombas. Legacy y Polo son su debilidad. Por si refresca, lleva siempre un pollover anudado sobre los hombros. Curte también camisas de colores pastel, lo suficientemente abiertas como para que pueda verse una cadenita o un collar de hueso que gustan exhibir en el cuello. Siempre lleva anteojos de sol, piensa que le dan un toque exótico.
El celular es indispensable para el Pollo, tiene el abono más caro y cambia habitualmente de modelo, en cuanto más chiquito y con más funciones, mejor.
Aunque sea pleno junio, y el sol no haya salido por semanas, nunca encontrarán a un Pollo pálido: su piel naranja de cama solar se mantiene durante todo el año, y el color se intensifica en los días de verano en que se vuelve marrón oscuro, ultra quemado… porque si no tomás sol, parece que no te fuiste de vacaciones, viste?

El Pollo sobre ruedas: El Pollo surca el ejido urbano siempre motorizado, no camina dos cuadras ni le gustan el colectivo ni el subte, los considera de pobre. Usa autos siempre de vidrios polarizados, de modelos nuevos, pero medianos y chicos, porque el presupuesto tampoco es ilimitado. Su sueño de progreso es tener una 4x4, roja, si es posible. Maneja con el codo izquierdo apoyado en la ventanilla y con la música a todo volumen. No paga estacionamiento, pero le gusta parar justo frente al lugar de destino. Cuando baja del rodado nunca olvida sacar el frente del stereo: que te lo roben es lo de menos, dice, lo peor es que te rompen el vidrio, me entendés?

continuará...


(Ilustración del pollo Vero Sabelli)

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