5 de agosto de 2007

Lucía y los sexos

La forma más previsible de contar la historia de un hermafrodita en cine es, seguramente, la que nos muestra, con la consecuente bajada moral sobre la tolerancia, el sufrimiento del “diferente”. Aunque en las primeras escenas de XXY pareciera que la fórmula va repetirse, la directora opta abrir otros frentes que vuelven a la historia mucho más interesante. Alex, la salvaje y encantadora hermafrodita en cuestion, es recluída en una suerte de paraíso terrenal, un pueblo alejado de Uruguay, para preservarla de la condena de la mirada ajena. Pero todo estalla cuando llega una familia amiga cuyo progenitor, cirujano él, busca operar (castrar) a Alex para definirla, y cuyo hijo se deja seducir bastante femeninamente por la chica para ayudarla a que no quiera decidirse para nada.
Lo interesante (más allá de una fastidiante corrección política naturalista(?!)) es cómo está contada la película. A medida que avanza la trama, la anécdota del monstruo va pasando a segundo plano y cobra fuerza el tema del despertar sexual de los adolescentes (varones, mujeres y mixtos) todos ellos confundidos pero gozosos de esta confusión. Algo parecido pasa con los padres, arrancan siendo los protectores del engendro pero, de a poco, su conflicto, sus miedos, sus faltas de certezas se hacen cada vez más naturales y se convierten los preocupados y aplicados padres de cualquier adolescente. Cuando, sobre el final, el conflicto del mostruito estalla con todo su dramatismo, la idea de definición, como la de castración y de protección ya significa muchas cosas más que la simple problemática del diferente.
Caetano Veloso dijo que de cerca nadie es normal. Puenzo nos dice que hay que acercarse lo suficiente para ver que nadie es distinto.


No es por decir, pero...-

- Se rumorea que en el casting estuvieron por darle a la tortuga marina el papel de Carolina Pellereti, pero finalmente decidieron que la escena del quirófano necesitaba de una actriz de carácter.

- ¿Eran necesarias las imágenes donde se corta el salamín para la picada y se pica enfáticamente la zanahoria?

- ¿Es la elección del bien envejecido Germán Palacios otra forma de apoyar la idea de que hay que dejar que la naturaleza siga sabiamente su curso?

- La mezcla de género es parte trocal del lenguaje posmoderno y Lucía se lució con su "historia de vida" de un auténtico hermafrodita que es la envidia de telenoche.

- Darín... ¿Qué más hay que agregar?

3 comentarios:

THECLEANER dijo...

Tengo otra interpretación de la película. Después consigo tu mail, y te mando mi reseña.
Aunque comparto todo en tu sección "No es por decir".

Un beso,

Manu Valente.

Cecilia Simeoni dijo...

Manu: Me va a encantar leer tu cítica completa, pero por qué no resumís tu punto de vista en pocas líneas así lo charlamos acá. Puede ser interesante ver otros puntos de vista y poder compartirlo. No te parece?
Gracias por leer!!

Gonzalo dijo...

jaja me encantó lo de Carolina que dijiste...

No sé, a mi lo del hermafroditismo me pareció demasiado anecdótico y se le dio demasiado dramatismo... no me convenció, será otra vez ^_^


UNA BUENA: La Antena, de Estebán Sapir.